“ARPA no cree en las tareas de escritura convencionales; en su lugar propone problemas de escritura que son problemas retóricos funcionalizados para su uso pedagógico, para los que no hay soluciones premeditadas u obvias. En este modelo, muchas veces la desobediencia hace brillar soluciones que habrían sido marginadas, disonantes, extrañas en otro formato de clase”.

A partir de las experiencias de docentes formadas/os en ARPA y que se han aventurado a llevar esta metodología a sus salas de clases, se desarrolla un tejido de reflexiones pedagógicas que giran en torno a distintos hitos ocurridos en el aula al implementar problemas de escritura, los cuales acompañados de la gestión docente, provocan un cambio cultural en la sala de clases y en las relaciones sociales entre los miembros que conforman el el espacio de aprendizaje.

Desde la mirada de estas docentes, ARPA se sitúa como una entrada a democratizar la palabra en la sala de clases y a revitalizar la enseñanza de la escritura. Todo ello, por medio de una actividad de resolución de problemas en la que se entregan situaciones comunicativas que pondrán a las y los estudiantes en diversos escenarios donde la escritura se sitúa como un poderoso instrumento para tomar decisiones éticas, sociales, políticas, filosóficas, entre otras. En el proceso de enfrentarse a estos desafíos, será donde las y los estudiantes desarrollarán sus habilidades discursivas, pero también será la instancia de construcción de espacios colectivos e identidades personales. En este camino las docentes reflexionan sobre el constante aprender y desaprender que forma parte del proceso formativo arpiano y de cómo este camino amplía los significados del quehacer pedagógico, invitando a transformar el espacio educativo y abriéndolo a las infinitas posibilidades dialógicas que se pueden suscitar cuando las y los estudiantes toman la palabra y enfrentan problemas.

En este libro además de su propuesta metodológica y didáctica, se plasma un modo particular de compromiso con la educación, con una mirada que busca el alcance de la justicia social para todos los niños, niñas y jóvenes para quienes la escritura y la propia voz sean vehículos para transitar hacia la emancipación comunicativa.

Algunas de las voces de las docentes: “Aquí hay dos aprendizajes: el mío y el que voy entregando a los alumnos (...) Yo confío mucho en esta propuesta, me gusta, porque se van dando los espacios para poder poner en la mesa temas, obligar a los chiquillos a dialogar y, a partir de eso, escribir. Sé que escribir cuesta, entonces también me he dado cuenta de cosas que han funcionado”.

[el objetivo de ARPA es] que escriban no porque uno les dice que tienen que escribir, sino porque hay un problema que los motiva y los conflictúa. Ese problema es generador, como un impulso, un motorcito que les dice ya, entonces cuál es el problema, cómo resuelvo el problema. Me encantó la metodología, esto de trabajar en grupos, de colaborar, de participar, de poder exponer. He visto avances significativos en los niños también, tal vez no en todos, porque trabajo con los más pequeños. No soy especialista en Lenguaje, soy una persona que sí cree que hay que darle un sentido a lo que hacemos y un por qué, para que el chico no solo sea un repetidor de cosas.

Encuentra el libro en la colección ARPA de editorial LOM.